sábado, 12 de noviembre de 2011

11.El Castillo de la Doncella

Kızkalesi, "El Castillo de la Doncella"

Salí de Silifke cautivado por la idea de estar junto al mar durante algunas horas.Después de todo, aunque soy nativo de Tegucigalpa, Honduras, he vivido los últimos 8 años de mi vida en ciudades costeras. Así que de camino a la localidad de Kızkalesi, "El Castillo de la Doncella", ver el azul del Mediterráneo me hizo sonreír. Es verdad que había mucho cemento entre playa y playa y entre cala y cala, pero no sé, el mar tiene ese efecto reconfortante que pocas cosas le pueden inspirar a uno con tanta intensidad, sobre todo en un día soleado cuando se viaja en el lado adecuado del dolmuş para soñar despierto mientras éste devora kilómetros y kilómetros de asfalto...

Salté a la acera mochila al lomo y perdí de vista al dolmuş en la siguiente curva del camino. Me decidí a bajar inmediatamente por las escaleras que conducían a una playa de arena fina y no tuve que andar mucho para ver el castillo, bañado por el sol, flotando,a pesar de su solido aspecto, sobre un mar plácido, como en un sueño de infancia. Kızkalesi es un pueblo a la orilla de la carretera con una industria hotelera floreciente y tiendas que venden aun artículos de playa a estas alturas del año. Había mayoritariamente familias turcas pasando allí las vacaciones de Bayram, razón por la cual quizá, un aire apacible impregnaba la atmosfera del pueblo donde además de jóvenes se podía ver a abuelas y abuelos conversando con sus niet@s...Dormí placidamente y no sin algo de pesar partí al día siguiente rumbo a Mersin, capital de la provincia homónima.

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