domingo, 6 de mayo de 2012

55.Agua de Mayo

Nuestra ventana ayer sábado por la tarde, Bosna Hersek, Konya, Turquía



























A la vuelta de Troya pasé por la ciudad de Çanakkale. Allí tomé un bus hacia Konya. La imagen de la estatua de Pegaso en Lapseki es una de las últimas que asocio  ahora con ese viaje. Desde la carretera, el paisaje de Çanakkale hasta Biga es impresionante. A la izquierda, el estrecho de los Dardanelos y el Mar de Mármara, a la derecha un tipo de vegetación cuya exuberancia, en mi sopor, por raro que parezca, reptaba hacia el  verdor que adorna tramos de una carretera, bastante familiar para mí, la que, en el departamento de Atlántida, en la costa norte de Honduras, conecta la ciudad de Tela con la de La Ceiba y con la de El Progreso en el departamento de Yoro. 

El sol cayó poco después de salir de Bandirma. La parada de veinte minutos en Bursa me recordó la estancia allí con Ruth a principios de año. Siguieron Inegöl y Kutahya, donde el autobús también hizo paradas. A las 6:30 AM estaba asegurándome de que llevaba todo lo que tenía que llevar encima y  me bajaba del bus junto al puente que conecta el distrito de Bosna Hersek con el campus. Bañado del zumo de frutas que, kilómetros atrás, el camarero me había servido en un vaso que tenía una rajadura invisible del tamaño de una falla geológica, entré en la residencia como teledirigido hacia la ducha. Luego bajé como programado hacia el comedor para desayunar. 

A las 8:20 estaba en el aula 304 listo para la clase de Short Story II en la cual hablaríamos del cuento de Charlotte Perkins Gilman titulado "The Yellow Wallpaper" y veríamos un cortometraje inspirado por el mismo. Menos mal que los jueves son cortos para mí, y que los viernes lo son aun más, porque no tengo clase. La lluvia intermitente de ayer sábado por la mañana y tarde, la redondez de la naranja que salió por el horizonte anoche en vez de la luna, las ocurrencias que mi padre me envía vía e-mail y las aventuras de Cemil y Burhan aquí en el dormitorio que a veces hacen que me revuelque de la risa en mi litera...Todo ello me ha caído como agua de mayo y me ha infundido fuerzas para escribir este post, antes de que llegase el lunes, y recuperar la voracidad con la que enfrentar las semanas siguientes. Ya sea que llueva, truene o relampagueé...

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